EL CAMINO NEOCATECUMENAL
El virus del Camino: Así puede ser la Iglesia del futuro
La cúpula vaticana ha permitido y amparado el desarrollo de nuevas sectas ultra ortodoxas cristianas, como en los viejos tiempos. Una de ellas se hace llamar Camino Neocatecumenal, también conocida como Los Kikos que ya cuenta con más de un millón de fieles dispuestos a ofrecer sus sueldos, posesiones y hasta su salud por el bien de la causa evangelizadora. Una increible historia de fanatismo y de crecimiento en la sombra.
El Camino Neocatecumenal fue fundado hace unos cuarenta años por un pintor leonés nacido en 1939 llamado Kiko Argüello. Él mismo relata como recibió la iluminación: "Un día entré en mi cuarto y comencé a gritarle a Dios: "¡Si existes, ayúdame! ¡No sé quién eres!" Y en aquel momento el Señor tuvo piedad de mí y tuve una experiencia de encuentro con Él. Recuerdo que lloraba amargamente. Me sentía como un agraciado, como el que está ante el pelotón de ejecución y le dicen: "Eres libre". Lógicamente, el salvado llora y casi no se cree que le hayan liberado. Pasé de la muerte a ver que Cristo estaba dentro de mí". Entonces decidió apartarse del camino habitual del católico y comenzó a predicar primero en unas chabolas madrileñas y más tarde en parroquias de la capital. Poco a poco su discurso populista y su don de gentes, provocado por la supuesta iluminación, le hicieron ascender puestos hasta colocar a su organización etre las más poderosas, tanto en número de fieles como en influencia económica, del ámbito cristiano.
Esta secta pretende ser un nuevo camino para el creyente, introduciéndose en su vida personal y espiritual. El caminante debe seguir unos pasos muy determinados para ser aceptado totalmente. En el desarrollo de su vida dentro de El Camino podemos observar todas y cada una de las manipulaciones de la personalidad que son de uso común en las principales sectas reconocidas como tal por la Ley. La diferencia estriba en que esta manipulación se ejerce desde la interpretación parcial e interesada de las Sagradas Escrituras, desde un entorno cristiano en el que el creyente confía ciegamente y bajo en amparo casi total de la iglesia Católica, resulta muy difícil tachar a un movimiento católico de sectario ya que muchos de los votantes de cualquier partido político son católicos, y estos siempre escucharan antes a su Papa que al dirigente de turno. Quizás falten más jueces valientes, Garzón no puede estar en todas.
El problema principal de sectas como El Camino o La Cienciología (perdonen la comparación, pero sirve para este caso en particular) es que los individuos no notan que estén siendo controlados. Al contrario tienen la percepción de que, simplemente, siguen consejos apropiados para su vida material o espiritual. Los métodos de captación y anclaje de los individuos difieren a los empleados por sectas más violentas, los Cienciólogos y los Neocatecumenales se toman su tiempo, se introducen poco a poco en los miedos de las personas, en sus temores más profundos, acaparan sus relaciones personales, manipulan su culpabilidad, pero siempre con la promesa de que están haciendo lo correcto, de que el grupo les ampara y de que Dios lo quiere así. Es muy importante el concepto de grupo en El Camino y en cualquier otra secta. Se induce al individuo a depositar todos sus pensamientos y todas sus esperanzas en los demás miembros del grupo en sesiones de convivencia que pueden durar días enteros. El individuo se siente amparado por la proximidad del otro y libera sus obsesiones más profundas, mientras que el encargado de la parroquia, designado por el Camino, procura fomentar la idea de que la única manera de vivir en paz con Dios es confiando plenamente en los designio del Camino Neocatecumenal.
Mediante estas reuniones semanales se consigue la conexión afectiva entre los miembros de las parroquias, así como los asistentes a Alcohólicos Anónimos se sienten más próximos a los desconocidos que abren su corazón en público que a su propia familia. Es un método de manipulación bien conocido desde hace décadas. El individuo se siente ahora profundamente unido a los pertenecientes al grupo, desde ahora necesitará de los demás para consultar cualquier problema que surja en su vida y, poco a poco, su círculo social se reducirá a sus compañeros de Fe.
A Partir de aquí, el trabajo de los Catecúmenos será fácil. Al individuo que abra los ojos o a la mujer que no quiere "abrirse a la vida" (es el eufemismo que emplean para impedir que las mujeres tomen medidas contraceptivas) y comprenda que esas personas están robando su vida, pensando por él, dictando sus pasos cual marioneta, le resultará muy complicado salir. No es que El Camino vaya a emplear la violencia física con el miembro "corrupto" ni técnicas que supongan un delito penal. No son tan estúpidos. No necesitan eso, el individuo se dará cuenta por sí mismo de que durante los años que formo parte del Camino no tenía las riendas de su vida y de repente ahora tiene que decidir por sí mismo, encontrar nuevos amigos, desarrollar su vida afectiva como el resto de los mortales sin consultar con los libros del camino o con los encargados. En resumidas cuentas, tiene que partir de cero, y esto requiere de una gran fuerza de voluntad de la que muchos carecen.
Cualquier doctrina que se inmiscuya en la vida debería ser calificada de sectaria, y El Camino manipula la percepción de la realidad de sus miembros, su afectividad, su vida laboral e incluso su salud al impedir que las mujeres aborten o tomen medidas para dejar de concebir aunque lo contrario suponga un peligro para su salud. Además poseen sus propios ritos e iconos, independientes de los de la iglesia católica, como el famoso icono de Kilo Argüello y la cruz de iniciación (los nuevos miembros están obligados a adquirir ambos).
Por otro lado, existe un oscurantismo patente en torno a todas las actividades del Camino, por norma general el que tiene algo que ocultar lo oculta.
Está cercana su aprobación total por parte de la iglesia gracias al apoyo incondicional del Cardenal Joseph Ratzinger que dirige la Congregación por la Doctrina de la Fe, también llamada en los buenos tiempos Santa Inquisición y suenan campanas doradas para la beatificación en vida del Premio Nacional de Pintura Kilo Argüello.
Audiencia a los miembros del Camino Neocatecumenal, 12 de enero de 2006.
Nuevas sectas, con el beneplacito del papa y del vaticano (tengo que puntuar, que segun mi manera de pensar, todo movimiento eclesiastico, y o de personas,ong's,grupos de autoayuda, o de seguimientos de militares, personales, o hacia causas, tienen que ver tambien en movimientos sectarios. sectores de gente, que sigue una causa, lo puede ser multimillonarios, como iglesias, o solamente, unos pocos participantes, pero en si, son sectarios.
Si alguna rúbrica se había omitido era por motivos catequísticos y, por tanto, desde ese momento, siguiendo lo indicado por la Iglesia, no se omite ninguna.
El día 13 de junio de 2008 se hizo la entrega definitiva del estatuto del Camino Neocatecumenal con su completa aprobación por parte de la Santa Sede. Durante un acto celebrado en la sede del dicasterio, el cardenal Stanilaw Rylko entregó el decreto de aprobación junto con el texto final de los Estatutos a los iniciadores del Camino, Kiko Argüello y Carmen Hernández y al sacerdote italiano Mario Pezzi.
El estatuto definitivo contiene algunos cambios con respecto al aprobado en 2002, aunque la principal novedad es el reconocimiento de su personalidad jurídica pública, lo que le confiere una autoridad eclesiástica para impartir su característico método de formación católica.
En los nuevos Estatutos se afirma que "el Camino Neocatecumenal está al servicio del obispo como una de las modalidades de actuación diocesana de la iniciación cristiana y de la educación permanente en la fe".
En cuanto a la celebración litúrgica, que es uno de los aspectos que más se habían cuestionado, el Vaticano sólo ha señalado la necesidad de que los fieles que asisten a este tipo de misas comulguen en pie y no sentados, como solían hacer, además de continuar recibiéndola bajo las dos especies (pan y vino), usar pan ácimo y cambiar el momento del rito de la paz.
A parte de estos aspectos, los nuevos Estatutos no contienen "ningún cambio fundamental" y "casi todos los artículos son reproducción exacta de los antiguos".
De este modo, se lee en un comunicado hecho público, "concluye el 'iter' iniciado en 1997, por mandato del Papa Juan Pablo II, para otorgar al Camino un "reconocimiento jurídico formal" y hacerlo "patrimonio universal de la Iglesia".
El hecho de que la comunión se dé bajo las dos especies y de que las asambleas para la eucarístía se realicen en torno a un altar especial y delicadamente arreglado son puntos que están completamente dentro de las normas establecidas por el Misal Romano de Pablo VI para las celebraciones eucarísticas.
El Camino Neocatecumenal en el mundo
La Verdad Sobre los Neocatecumenos o KIKOS
Se intenta desenmascarar a este grupo de la iglesia que han pasado de ser una obra el Espíritu Santo a ser una seudo secta. con una estructura piramidal muy ferrea.
Reportaje sobre Camino Neocatecumenal
.Foro antikiko
Comunidades Neocatecumenales "Peligro"
Diez Criterios de secta del Camino Neocatecumenal
El Largo Camino del Camino de los Kikos
http://blogcindario.miarroba.com/info/96568-sectas/
Kiko Argüello, fundador de la secta Camino Neocatecumenal
Kiko Argüello; Ideólogo de la Intraderecha nacionalista
Kiko y su secta
Kiko, La Cólera de Dios.
Kikos Adeptos
Redune (Pagina especializada en Sectas)
Secta del Camino Neocatecumenal Foro
Secta en la Iglesia Católica Romana
Nemesis
Spain
Víctima del Camino Neocatecumenal, el cual lo único que quiere es acabar con las desviaciones que se están cometiendo en el camino. Solo os recomiendo que tal como está actualmente el camino no entreis en el. Ver todo mi perfil
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viernes 18 de septiembre de 2009
Convivencia de Transmisión 2009
Si eres un Catecúmeno o Neocatecúmeno y estás consultado este blog, y aun no has celebrado esta convivencia, debes tener cuidado, porque estás desobediendo a tu catequista, pero eso es bueno, es el primer síntoma de que te estás dando cuenta de que algo está fallando en el camino. Dios te está abriendo los ojos.Como todos los años por esta fecha, se están celebrando las convivencias de transmisión o de "re educación" de los adeptos al camino neocatecumenal, como siempre el tema se desconoce, pues como todo lo que se hace en el camino se procura llevar en silencio para que la gente no pueda descubrir el adoctrinamiento que hacen de sus miembros, aunque ellos lo disfrazan diciendo que se debe guardar en silencio para la gente se lleve una "sorpresa" y que sorpresa...Desde aquí nos gustaría que esta convivencia hubiera servido o sirviera para modificar aquellas cosas que vemos que le están haciendo mucho daño al camino y a la iglesia, como por ejemplo.- La renovación automática de los cargos cada 4 años, ya que más de 4 lo único que hace es aburguesar a los que los ocupan, como vemos en los miembros que más tiempo llevan en el camino, es decir, Itinerantes, Catequistas, Responsables etc, sin posibilidad de poder repetir en el mismo hasta 4 años después. Esta medida ya se hace en otros grupos, que llevan más tiempo y que ya han detectado este mismo problema.- La formación teológica y exegética de los Itinerantes y catequistas, ya que hemos detectado verdaderas barbaridades, y herejías, que sin querer (queremos pensar), se dicen o se hacen por parte de ellos.Este problema se produce por 2 temas, uno es porque las transmisiones se hacen orales con lo cual no son perfecta, pasa como con el juego del teléfono que uno le dice "mi abuela es buena" y cuando llega al último le dicen "mi abuela parió al demonio", y como consecuencia de esto los catequistas muchas veces rellenan las catequesis con sus "pequeñas aportaciones", y claro ahí ya la liamos si no tienen formación.Un ejemplo es un caso que yo viví con María Magdalena, recuerdo una catequesis que nos dieron una vez y en el interior de ella hablaron de maría magdalena, claro el itinerante nos decía y nos repetía, "... porque maría magdalena era una puta... era la mayor ramera... etc..." y cualquiera con un poco de cultura teológica, sabe que todo esto es una confusión que tuvo el papa Gregorio sobre el 500 D.C., que confundió a María Magdalena con una pecadora de la cual se habla posteriormente a los relatos de María Magdalena, pero son dos personas totalmente diferentes. De todas formas la Iglesia Católica en 1969 declaró oficialmente que María Magdalena no debía ser identificada con la mujer pecadora mencionada en el evangelio de Lucas y por si esto fuese poco, en 1988, el papa Juan Pablo II se refirió a María Magdalena la "apóstol de los apóstoles" en un documento oficial de la iglesia y señaló que en "la prueba más difícil de fe y fidelidad" de los cristianos, la Crucifixión, "las mujeres demostraron ser más fuertes que los apóstoles".Así queda claro entonces que María Magdalena no era la prostituta que quiso hacer creer el Papa Gregorio, sino que mas bien un apóstol mas de Cristo.Como consecuencia de esto decir que María Magdalena era una Puta, es un gran error que no llega a ser una "HEREJÍA", pero vamos que lo roza (Esto es como si declaramos que Santa Teresa de Jesús, Doctora de la Iglesia, era una mujer de Alterne".Pues errores como estos muchos y a patadas. Esto se podía ahorrar con una formación de los catequistas e itinerantes, que voluntariamente lo dejan todo para predicar a Jesucristo, pues si verdaderamente tanto sienten la llamada que estudien un poquito.- Otro tema que debían solucionar es que los textos de las convivencias antes de transmitirlos deberían tener el visto bueno del Ordinario del Lugar, ya que desde las Diócesis siempre se quejan de que el Camino va por libre y claro, así se hacen las burradas que se hacen.Existen muchos más cambios que se podrían hacer para mejorar el camino y evitar que con el tiempo se separe de la Iglesia, que es lo que va a pasar, (ojala nos equivoquemos), pero con estos de momento se solucionarían muchos problemas.El problema es que claro, ellos en su "humildad", no lo van a aceptar, porque como ya sabéis, todo lo que sea corregir al camino es, para ellos, una PERSECUCIÓN, del DEMONIO, y claro así les va, y sino ¿Por qué no lo proponéis vosotros, a ver que os contestan?.Que quede claro que desde aquí NUESTRA INTENCIÓN NO ES DESTRUIR EL CAMINO, NI QUE ESTE DESAPAREZCA, SINO QUE SE CORRIJAN, AQUELLAS COSAS QUE TANTO DAÑO ESTÁN HACIENDO AL CAMINO Y A SUS MIEMBROS Y POR ADENDE A SUS FAMILIARES.Bueno ya no os damos más la lata, solo pediros que en vuestras oraciones os unáis a nosotros y le pidáis a Dios que El Camino Nunca se separe de la Iglesia, ( como veis no es nada malo ).Venga que paséis buen día, y que no os aburréis mucho en la convivencia este año...
¿ Existe la Compasión en el Camino Neocatecumenal ? 4ª Parte.
Lo que provocó más escándalo y hostilidad hacia Jesús durante su actividad en Galilea fue su amistad con los pecadores, es decir con los homosexuales, con los divorciados, con los drogadictos, con los inmigrantes, con los ladrones, con las prostitutas, es decir, con lo que el camino actualmente ya no quiere.
Nunca había ocurrido algo parecido en Israel. Ningún profeta se había acercado a ellos en esa actitud de respeto, amistad y simpatía, al igual que ahora con los miembros del camino. Lo de Jesús era inaudito, e impensable actualmente.
El recuerdo que había dejado el Bautista era muy diferente. Juan había denunciado a los pecadores, les había recordado el castigo que los amenaza y había introducido un gran rito de purificación y penitencia para sacarlos del pecado, esta forma de pensar es la que ha llegado hasta nuestros días en el camino, si se revisa los escrutinios, las visita de los catequistas, los anuncios, etc siempre te están recordando tus pecados, siempre te están mandando penitencias, y siempre te están recordando el infierno y el demonio, por lo que podemos decir que el camino se ha anclado en las enseñanzas de Juan el Bautista.
Su actuación no escandalizó a nadie. Era lo que se podía esperar de un profeta, defensor de la Alianza entre Dios y el pueblo, por eso las enseñanzas de Kiko Argüello no estrañan a nadie.
Pero lo de Jesús era difícil de entender. No hablaba de la ira de Dios contra los pecadores. Al contrario, repetía que en el reino de Dios había sitio para los pecadores, los recaudadores y las prostitutas, y actualmente añade, a los homosexuales, a los separados, a los drogadictos a los inmigrantes etc.
No se dirigía a ellos en nombre de un Juez irritado (que es lo que se hace en el camino), sino de manera amistosa y acogedora, en nombre de un Padre compasivo. No los amenazaba ni les urgía a un bautismo de penitencia, ni los expulsaba de las comunidades, ni les decía a los demás miembros que no le hablaran hasta que no hicieran cualquier tipo de cosa como si fuera un rito de purificación.
Los convidaba a sentarse a su mesa y les invitaba a seguirle. ¿Cómo un hombre de Dios los podía aceptar como amigos sin exigirles previamente conversión? ¿Cómo podían entrar en su movimiento sin ponerles condiciones para su ingreso?. Esta postura actualmente por desgracia, es impensable en el Camino.
Lo que más escandalizaba era verle a la mesa en su compañía. Era algo inimaginable en alguien considerado como «hombre de Dios». Sin duda era un gesto provocativo que Jesús buscó intencionadamente y que generó una reacción inmediata contra él. Que es la misma reacción que provoca en la actualidad en los miembros del camino contra cualquier miembro que no cumpla lo que se le ordena por parte de os catequistas, o contra un hermano que ha acogido en su casa a su hijo porque se ha separado, o que no obliga a sus hijos a caminar. Las diversas fuentes recogen fielmente primero la sorpresa y después las acusaciones de los más hostiles:
«¿Qué? ¿Es que come con los publicanos y pecadores?». «Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de pecadores»
Y yo añadiría:
{ ¿Cómo que este hermano a acogido a su hijo en su casa por que su mujer lo ha dejado? ¿ Cómo que este hermano sigue viendo a su hermana de sangre que es una drogadicta, y puede contaminar a nuestros jóvenes? ¿Cómo se le ocurre hablarle a este hermano que ha sido expulsado de la comunidad porque ha dejado a su mujer que le pegaba ?. Así podríamos añadir un montón más...}
No sabe marcar las barreras. No tiene vergüenza. ¿Cómo puede actuar así? El asunto era explosivo. Sentarse a la mesa con alguien siempre es signo de respeto, confianza y amistad. No se come con cualquiera. Cada uno come con los suyos: los gentiles con los gentiles, los judíos con los judíos, los ricos con los ricos, los pobres con los pobres, los fariseos con los fariseos, los monjes de Qumrán con su comunidad, los catecúmenos con los catecúmenos. Jamás un hombre piadoso y respetable se sentaría con pecadores, prostitutas, separados, drogadictos y homosexuales. Comer juntos en la misma mesa quiere decir que se pertenece al mismo grupo. ¿Qué quería decir Jesús? ¿Estaba de parte de los pecadores? ¿Pertenecía al mismo grupo?
Jesús insistía en comer con todos. Su mesa estaba abierta a cualquiera. Nadie se debía sentir excluido. No hacía falta ser puro. No era necesario limpiarse las manos, no tenían que hacer lo que el catequista les ordenaba. Podían compartir su mesa gente poco respetable, incluso pecadores que vivían al margen de la Alianza
En el reino de Dios todo ha de ser diferente. La misericordia acogedora sustituye a la santidad excluyente. El reino de Dios es una mesa abierta donde pueden sentarse todos. No hay que reunirse ya en torno a mesas separadas que excluyen a otros para salvaguardar su propia identidad, ya no se sientan solo los miembros del camino con los miembros del camino y el resto de pecadores separados. La identidad del grupo de Jesús es no excluir a nadie.
Probablemente nunca ha habido sobre la tierra un hombre que ha proclamado con tal fuerza y tal hondura la amistad, el perdón y la acogida de Dios hacia quienes lo olvidan o rechazan.
Su mensaje sigue ahí resonando para quien lo quiera escuchar:
«Cuando os veáis juzgados por la ley o por un catequista, sentíos comprendidos por Dios; cuando os veáis rechazados por la sociedad, o por la comunidad, sabed que Dios os acoge; cuando nadie os perdone vuestra indignidad o no os consideren digno en el camino neocatecumenal, sentid sobre vosotros el perdón inagotable de Dios. No lo merecéis. No lo merece nadie.
Pero Dios es así:
"Amor y perdón".
No lo olvidéis nunca.
Creed en esta Buena Noticia» Y no en las cargas que os imponen en el Camino Neocatecumenal.
¿ Existe la Compasión en el Camino Neocatecumenal ? 3ª Parte
3. La actuación terapéutica como programa
No hay duda de que Jesús amó, defendió y se dedicó a los más pobres e indefensos de la sociedad, es decir incluso a aquellos que el Camino Neocatecumenal ha rechazado, porque no los consideran dignos de estar en el.
No hay en ello nada original. Otros muchos lo han hecho también antes y después de Jesús. Lo más admirable es que, por encima de ellos, Jesús no amó nada más que a ellos, ni siquiera la religión, como se hace el Camino que se ha de interponer antes al Camino que a los mismos pobres, la ley o la seguridad de su pueblo. La investigación moderna no deja lugar a dudas. Lo primero para Jesús es la vida de la gente no la religión, sin embargo en el camino se ha tendido a esta parte, es decir a tirar primero por la religión y luego por la gente. La clave desde la que Jesús vive a Dios y lucha por su reinado entre los humanos no es el pecado, la moral o la ley, sino el sufrimiento generado por la falta de compasión. La gente captó enseguida la diferencia entre Jesús y el Bautista. La misión del Bautista estaba pensada y organizada en función del pecado, al igual que ha pasado en el camino, que actualmente se han volcado totalmente en el pecado, para ellos todo el mundo son pecadores, y no existe la salvación si no hay una redención fuerte, ejemplo de ellos son los crueles escrutinios que se le hace a la gente.
Era su preocupación suprema: denunciar los pecados del pueblo, llamar a la penitencia y purificar con el bautismo a quienes acudían al Jordán, si os fijáis es como actualmente el camino, su mayor preocupación de los catequistas no es anunciar a Dios sino buscar los pecados en la gente, denunciarlos e imponerles cargas inútiles. El Bautista nunca cura los enfermos, no toca a los leprosos, no libera a los endemoniados, no alivia el sufrimiento, como ocurre en el camino, el camino no cuida de los enfermos, no tiene contacto con los pecadores, "drogadictos, ladrones etc", no alivia el sufrimiento de la gente sino que les impone más cargas, y solo vasta que te vayas a la puerta de las casas de los miembros del camino y siempre los ves con caras de amargados, ellos solo encuentra la felicidad cuando salen de una de sus celebraciones después de haber recibido su "dosis" de adoctrinamiento. Por el contrario, la primera preocupación de Jesús era el sufrimiento y la marginación que sufrían las gentes más enfermas y deterioradas, que es lo contrario de lo que hacen en el camino. Las fuentes no presentan a Jesús caminando por Galilea en busca de pecadores para convertirlos de sus pecados, sino acercándose a enfermos y endemoniados para curarlos de su sufrimiento. Su misión no era tanto una misión «religiosa» o «moral», cuanto una misión «terapéutica» encaminada a aliviar el sufrimiento de quienes se ven agobiados por el mal y excluidos de una vida sana, sin embargo en el camino se han volcado en lo contrario, en buscar adeptos a costa de lo que sea, imponiendo una moralidad falsa, porque cuando son ellos los que han de cumplirla, ya esta moralidad es más ligera, y si son sus hijos, mejor corremos una cortina.
Es más determinante en la actuación de Jesús suprimir el sufrimiento que denunciar los pecados de la gente, aunque en el camino es al contrario, es más importante denunciar los pecados de la gente que alibiar sus sufrimientos.
En el camino hay una máxima que está muy de moda, para ellos el sufrimiento es bueno es magnífico, y es consecuencia de una "corrección de Dios", sin embargo vemos claramente que esta idea es errónea y es producida por una mala interpretación de la biblia hecha por kiko, un pobre hombre que se encuentra perdido y que piensa que con los sacrificios volverá el Señor a hablarle, y claro no se da cuenta que el Señor ya no le habla, no porque no se ha atormentado lo suficiente, sino porque su soberbia le impide escuchar a Dios en su corazón.
No es que no le preocupe el pecado a Jesús sino que, para él, el pecado que ofrece mayor resistencia al reino de Dios es precisamente causar sufrimiento o tolerarlo con indiferencia desentendiéndonos de él, que es lo que está pasando actualmente en el camino.
Se ha dicho con razón que, frente a la «mística de ojos cerrados» propia de Buda y de la espiritualidad del Oriente en general, y que también se da en el camino, que busca en la atención a lo interior caminos para liberarse del dolor, Jesús impulsa una «mística de ojos abiertos» y una espiritualidad de la obligación absoluta de atender al dolor de las gentes. Cuando a Jesús se le pregunta si viene en nombre de Dios, sólo responde con su actividad terapéutica y curadora:
«los ciegos ven y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia. Y dichoso el que no se sienta defraudado por mí».
No hay duda.
Se actúa en nombre de Dios cuando se lucha contra el sufrimiento, por eso sabemos que el camino se ha alejado de Dios porque para ellos hay que sufrir para entrar en el Reino de los Cielos. Se abre camino al reino de Dios cuando se libera a la gente del mal. Jesús ha puesto en marcha una «religión terapéutica», que no tiene precedentes en las tradiciones religiosas de Israel. Jesús proclamaba a Dios curando. Esto es lo nuevo. Jesús pone en marcha un proceso de sanación tanto individual como social con una intención de fondo: curar, aliviar el sufrimiento, restaurar la vida. El cuarto evangelio pondrá en boca de Jesús una frase que lo dice todo: «Yo he venido para que tengan vida y vida abundante»
Sin embargo vemos claramente como el camino se ha desvirtuado y se ha ido por otros lares buscando el sufrimiento buscando la salvación con cargas, es como ya hemos dicho antes, la forma en que piensan que Dios les va a hacer caso (cuanto más sufra más me va a escuchar Dios, es una muestra de la soberbia del hombre,) ellos ya no entienden que Dios les dé las cosas gratis, sino que se lo tiene que ganar a pulso.
No hemos de pensar sólo en las curaciones. Toda su actuación trata de encaminar a la sociedad a una vida más saludable: su rebeldía frente a tantos comportamientos patológicas de raíz religiosa (legalismo, hipocresía, rigorismo, vacío de amor); su esfuerzo por crear una convivencia más justa y solidaria; su ofrecimiento de perdón a gentes hundidas en la culpabilidad y la ruptura interior; su acogida a los maltratados por la vida o la sociedad; su empleo en liberar a todos del miedo y la inseguridad para vivir desde la confianza absoluta en Dios. Jesús sólo llevó a cabo un puñado de curaciones. Por las aldeas de Galilea y Judea quedaron otros muchos ciegos, leprosos y endemoniados sufriendo sin remedio su mal. Sólo una mínima parte experimentó su fuerza curadora. Jesús no pensó nunca en los milagros como una forma fácil de suprimir el sufrimiento en el mundo, sino sólo como un signo para indicar la dirección en la que hemos de actuar para acoger e introducir el reino de Dios en el mundo.
No es extraño que, al confiar su misión a sus discípulos, Jesús los imagine no como doctores, jerarcas, liturgistas, teólogos, catequistas o responsables de comunidades, sino como curadores:
«Proclamad que el reino de Dios está cerca: curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis lo habéis recibido, dadlo gratis» El gran problema que se encuentra en las comunidades es que para ellos no reciben nada gratis, sino que se lo ganan a pulso con horas de catequesis o adoctrinamiento, con sacrificios con familias numerosas que sin querer descuidan a los hijos, etc, por eso ellos no pueden dar nada gratis, aunque ellos digan lo contrario.
La primera tarea de los seguidores de Jesús no es celebrar cultos, elaborar teología, predicar moral, celebrar interminables anuncios, asistir a palabras, celebrar grandes y pomposas eucaristías, sino curar, liberar del mal, sacar del abatimiento, sanear la sociedad, ayudar a vivir de manera saludable. Ese programa terapéutico es el camino del reino de Dios.
Por eso, después de analizar el camino actualmente, podemos decir claramente y en mayúsculas que
POR DESGRACIA SE ESTÁ ALEJANDO DE LAS ENSEÑANZAS DE JESÚS Y SE ESTÁ ACERCANDO CADA VEZ MÁS Y PELIGROSAMENTE A LAS DE BAUTISTA, Y POR CONSIGUIENTE O SE TOMAN LAS MEDIDAS OPORTUNAS O CON EL TIEMPO SE SEPARARÁN DE LA IGLESIA.
¿ Existe la compasión en el Camino Neocatecumenal ? 2ª parte
Hoy seguimos con la 2 parte.2. La dignidad de los últimos como metaJesús vivió en una sociedad en profunda crisis. Todos esperaban algún acontecimiento decisivo, incluso una intervención de Dios que diera un vuelco a la situación. Los esenios de Qumrán, los diversos grupos fariseos, los radicales «haberim», los movimientos de resistencia a Roma, los visionarios apocalípticos, todos proponían caminos diversos, y actualmente podríamos añadir al Camino Neocatecumenal. Jesús, por su parte, fue gestando en su conciencia un proyecto absolutamente original: lo llamó «reino de Dios» y lo entendió como la irrupción de su compasión en el mundo. Dios es bondad sin limites, compasión increíble hacia los que sufren, cosa que en el camino no se hace. Lo importante es acoger, introducir y extender esa compasión en la sociedad, pero sin embargo en el camino si no se hace lo que te dicen o no cumples con su "estatus" de vivencia, dícese de separados, drogadictos, prostitutas, etc, te excluyen, no te hablan o simplemente prohiben cualquier tipo de contacto con estas personas.No basta buscar un nuevo orden de cosas más justo según lo entiende cada grupo desde su propia visión e intereses. Es necesario introducir en la vida una nueva dinámica y una nueva dirección: la compasión tiene que dirigirlo e impulsarlo todo hacia una vida más digna para los últimos, y yo entiendo como estos no solo los indigentes y pobres, sino aquellos que por su circunstancias están sufriendo, como por ejemplo cuando una pareja se rompe,ambos cónyuges sufren, pero si eres del camino lo normal es que te expulsen, o si es uno de tus hijos el que se ha separado, en vez de ayudarle, te ordenan que le cierres la puerta de tu casa. Este mensaje fue escuchado como un desafío para todos. Según Jesús hay que aprender a vivir desde otro «lugar» diferente. Hay que liberarse de la «sabiduría convencional» que ha ido modelando durante siglos las tradiciones de Israel, la religión del Templo y la espiritualidad de los diferentes grupos. Hay que criticar valores muy interiorizados en la conciencia social y que llevan nombres muy concretos: «elección de Israel», «destrucción de los paganos», «dominio sobre los pueblos enemigos», «maldición de los pecadores», es decir lo que actualmente está haciendo el camino con todos aquellos que no entran dentro de sus cánones.Jesús los llama ahora a vivir acogiendo el reino de Dios que quiere una vida más digna y más dichosa para todos, empezando por los últimos, por aquellos que incluso el camino ha rechazado. Hay que aprender a vivir desde valores diferentes: compasión hacia los que sufren, defensa de los últimos, acogida incondicional a todos, lucha por la dignidad de todo ser humano, y ojalá en el camino se hiciera, pero por desgracia se ha ido desvirtuando y estropeándose por el fanatismo y el esclavismo a la ley.Las gentes de Galilea conocían bien lo que era un reino construido sobre la violencia y la opresión. Llevaban muchos años sufriendo la crueldad de Roma y la explotación de las clases dirigentes. Siempre había sido así. Imperio de Roma, reino de Herodes, gobierno de su hijo Antipas: el resultado siempre era el mismo. Lujosos edificios en las ciudades, miseria en las aldeas; riqueza y ostentación en las elites urbanas, deudas, pérdida de tierras y hambre entre los campesinos; enriquecimiento de los grandes terratenientes, aumento de mendigos desnutridos, vagabundos, prostitutas, esclavos fugitivos de sus amos y bandoleros. Nada podían esperar de Tiberio ni de Antipas. En este contexto hemos de situar la actuación de Jesús. Su objetivo no era organizar una religión más perfecta. No se dedicó a desarrollar una teología más precisa sobre Dios o una liturgia más digna en el Templo, que es justamente lo que ha hecho el camino, se ha entretenido en hacer un camino que supuestamente es mejor que lo que la iglesia ha estado haciendo durante dos mil años, ha estado perdiendo el tiempo con la estética, que no es que digamos que está mal sino que con tantas celebraciones pomposas, tantas liturgias tan perfecta se han perdido.La pasión que alentó toda su vida fue otra, no perdió el tiempo como ha pasado en el camino. Quería ver realizado cuanto antes el proyecto de Dios: una vida más digna y dichosa para todos. Por eso, había que introducir en la sociedad una dirección nueva hacia los últimos, los más necesitados e indefensos. ¿Cómo sería el mundo si fuera Dios y no Tiberio el que reinara realmente sobre los pueblos? ¿Qué pasaría si las cosas respondieran a la voluntad de Dios? Desde la religión convencional de Israel todo era muy claro: Dios intervendría para destruir a los enemigos de Israel y aniquilar a los impíos que no respetaban la Torá, es decir como ahora, que siempre los miembros del camino cuando ven este blog, me dicen "Dios te castigará por decir esto, por decir la verdad". Jesús los sorprende a todos. No se pone de parte del pueblo elegido, como dicen siempre en el camino que ellos son los elegidos de Dios, y en contra de los pueblos paganos:El reino de Dios no va a consistir en la destrucción de los gentiles. No se pone tampoco de parte de los justos y en contra de los impíos: el reino de Dios no va a consistir en una victoria de los santos para hacer pagar a los malos su pecado, por mucho que se esfuercen en el camino en decir lo contrario. Jesús se pone a favor de los que sufren y en contra del mal y la injusticia que impiden a todos una convivencia más digna y justa, Jesús se pone en contra de aquellos catequistas o itinerantes que se dedican a denigrar a la gente, que se dedican a destruir familias , que se dedican a insultar a todos aquellos que no piensan como ellos. La compasión de Dios está pidiendo que se haga justicia a los más pobres y humillados, a los que ha rechazado el camino, como son los homoxesuales, como son los separados o divorciados, como son los drogadictos, como son las prostitutas, como son el resto de grupos de la iglesia. El reino de Dios es para ellos. Jesús tiene ante sus ojos aquellas gentes que viven humilladas en sus aldeas, sin poder defenderse de los grandes terratenientes, sin poder defenderse de los itinerantes, sin poder defenderse de los catequistas; conoce muy bien el hambre de aquellas mujeres y niños desnutridos; ha visto llorar de rabia e impotencia a aquellos campesinos al quedarse sin tierras o al ver que los recaudadores se llevan lo mejor de sus cosechas, ha visto como estos "catequistas" se han dedicado a ocupar los mejor sitios en la iglesia, como se han dedicado a ir en 1ª en los viajes organizados, ha visto como han insultado a las personas y como han dado orden en muchas ocasiones de que no se le hable a una persona y por adende a sus hijos, por no cumplir una orden suya, orden que en muchas ocasiones ha ido en contra de la doctrina de la Iglesia. Son ellos los que necesitan escuchar antes que nadie su mensaje:Dichosos los pobres porque vuestro rey es Dios Dichosos los que ahora tenéis hambre porque seréis sanados. Dichosos los que ahora lloráis porque reiréis».Y yo me atrevo a añadir.Dichosos los homoxesuales, que sois insultados y mofados en los anuncios,porque también sois hijos de Dios y os ama igual que a Kiko Argüello.Dichosos los que habéis sido expulsados de una comunidad o han prohibido que os hablen el resto de la comunidad por no obedecer a un catequista, porque el Señor os manda el Espíritu Santo para que cuide de vosotros.Dichosos los hijos de los miembros del camino que a la fuerza vuestros padres os han hecho ir a la iglesia, porque Dios os ama aunque lo lleguéis a odiar porque os lo han impuesto a la fuerza.Dichosos los que habéis sido expulsados de vuestras casas por no querer caminar, porque Dios es vuestro Padre y siempre tiene abierta su casa para vosotros.Dichosos los que habéis sufrido daño por parte de algún miembro del Camino Neocatecumenal, porque Dios lo ha visto y Dios está con vosotros.¿Cómo puede Jesús hablar así? ¿No es una burla? ¿No es cinismo? Jesús habla con total convicción. Esta afirmación es central en su mensaje: los que no interesan a nadie le interesan a Dios, los que no les interesa al camino a Dios si le interesa; los que «sobran» en los imperios construidos por los hombres tienen un lugar privilegiado en su corazón, los que sobran en las asambleas del camino tienen un lugar privilegiado en su corazón; los que no tienen a nadie que los defienda, le tienen a Dios como Padre, los que no os habéis podido defender de los insulto o el mal trato recibido por los catequistas o itinerantes, tenemos a Dios como nuestro Padre. Si el reino de Dios es acogido, todo cambiará para bien de los últimos. Esta fue la fe de Jesús, su pasión y su lucha, una lucha que no es la del Camino Neocatecumenal.Pero Jesús es realista. Todo esto no significa, ahora mismo, el final del hambre y la miseria, pero sí una dignidad indestructible de todas las víctimas de abusos y atropellos, que han hecho en nombre suyo en el camino neocatecumenal. Todo el mundo ha de saber que son los hijos predilectos de Dios. Esto le da a su dignidad una seriedad absoluta. Nunca en ninguna parte se construirá la vida tal como la quiere Dios si no es liberando a estos hombres y mujeres de su miseria y humillación.Nunca ninguna religión será bendecida por Dios si no introduce justicia para ellos, por eso sabemos que el Camino Neocatecumenal ya no es bendecido por Dios.Esto es acoger el reino de Dios: poner a las religiones y a los pueblos, a las culturas y a las políticas mirando hacia la dignidad de los últimos, de los que incluso en el camino ha rechazado, por eso sabemos que ya por desgracia el Reino de Dios no está en el Camino Neocatecumenal.
¿ Existe la compasión en el camino neocatecumenal 1ª parte ?
Recientemente hemos vuelto de las vacaciones, durante este periodo hemos estado en contacto con otros ex miembros y hemos intercambiado experiencias, que ya iremos añadiendo al blog. Estas vacaciones hemos estado con un ex miembro del camino llamado pedro, durante nuestra conversación me estaba contando una serie de cosas pero me llamó mucho la atención cuando me hablaba de un escrito de Jose A. Pagola el cual increíblemente coincidía con lo que está pasando en el camino. Pues bien, le pedí que lo que me decía me lo pusiera por escrito, y así ha sido, ha tenido el detalle de mandarnos este escrito en 4 partes. Hoy publicamos la 1ª de ellas, espero que os guste...
El objetivo de mi exposición es presentar a Jesús de Nazaret como testigo e impulsor de una manera nueva de entender y de vivir la experiencia de Dios, la convivencia humana y, en definitiva, la construcción del mundo. Para entender correctamente lo que voy a decir y para evitar desde el comienzo lecturas poco exactas o inapropiadas de Jesús de su actuación y significado, me parece oportuno hacer algunas observaciones, también veremos como el Camino Neocatecumenal sin querer se está alejando de las enseñanzas verdaderas de Jesús y se está volviendo un grupo sectario, y discriminatorio.
Introducción
En la sociedad judía del siglo primero y, más en concreto, en la Galilea de los años treinta, no se conoce propiamente una separación entre los diversos aspectos de la vida que hoy nosotros diferenciamos con toda espontaneidad: lo religioso, lo político, lo económico. No existe siquiera el concepto de «religión». Todo se entremezcla y se implica. Lo que hoy llamamos «dimensión religiosa» está presente en todo legitimando, orientando e impulsando una determinada manera de entender la vida y de organizar la convivencia. Desde esta perspectiva es anacrónico considerar a Jesús como el fundador de una nueva religión. Es más exacto ver en él un hombre que, desde una experiencia nueva de Dios pone en marcha una compresión y un movimiento renovador de la vida, esta esencia que Jesús nos quiso dar, existía al principo en el Camino, pero posteriormente se ha ido disipando y derivando en un seudo sectarismo que busca ante todo la Ley olvidándose de la esencia, yo pienso que sin querer han perdido el Espíritu y como no saben que hacer se han refugidado en un mundo de leyes y normas, con lo que sin querer o queriendo se están cada vez alejando más de la Iglesia, que es la verdadera poseedora del Espíritu de Dios.
Jesús no es un escriba judío ni un sacerdote del Templo, aunque podría haber sido, tampoco es un fundador de un camino, ni un itinerante. Lo suyo no es enseñar una doctrina religiosa ni explicar la ley de Dios ni teorizar sobre la divinidad, por eso distinguimos claramente que el camino se está alejando, porque si lo observáis de corazón veréis que en el se legaliza todo y se normaliza, perdiendo ese espíritu de Jesús.
Propiamente, Jesús no enseña una doctrina para que sus discípulos la aprendan correctamente y la cumplan. Jesús anuncia un acontecimiento que pide ser
escuchado y atendido pues lo puede transformar todo. Él lo está ya experimentando e invita a todos a compartir su experiencia: Dios está tratando de introducirse en la historia humana, con sencilléz y humildad, sin normas ni leyes que cumplir simplemente con una, "AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PRÓJIMO COMO A TI MISMO, PUES, QUIEN NO PUEDE AMAR AL PRÓJIMO QUE LO VÉ NO PUEDE AMAR A DIOS".
Es lo mejor que nos podía suceder. «El reino de Dios está cerca. Cambiad de manera de pensar y creed en esta Buena Noticia» (Mc 1, 15). Todos los investigadores piensan hoy que esto que Jesús llama «reino de Dios»
(malkutá d'alaha) es el corazón de su mensaje, la pasión que animó toda su vida, la razón por la que fue ejecutado. Y, naturalmente, este «reino de Dios» no es una religión. Va más allá de las creencias, los preceptos y ritos de cualquier religión.
Es una experiencia nueva de Dios que lo resitúa todo de manera diferente. Si de Jesús nace una nueva religión, como de hecho sucedió, tendrá que ser una religión al servicio del proyecto de Jesús para el mundo.
Lo sorprendente es que Jesús nunca explica en qué consiste el reino de Dios. Lo que hace es sugerir, con un lenguaje poético, cómo actúa Dios y cómo sería el mundo si hubiera gente que actuara como él. Podemos decir que «reino de Dios» es la vida tal como la quiere construir Dios. ¿Cómo sería la vida si en Roma reinara Dios y no Tiberio? ¿Cómo sería la vida en Galilea si en Tiberiades reinara Dios y no Antipas? ¿Cómo sería la vida en el pueblo judío si el Templo de Jerusalén estuviera regido por Dios y no por Caifás? El «reino de Dios»: esto es lo primero y absoluto para Jesús, lo que relativiza y sitúa en su verdadero lugar todo lo demás: leyes, tradiciones, cultos y culturas. Podemos decir que Jesús sólo buscaba una cosa: que hubiera en la tierra hombres y mujeres que comenzaran a actuar como actúa Dios. Era su obsesión: ¿cómo sería la vida si la gente se pareciera más a Dios? ¿Cómo se trasformaría el mundo si los sacerdotes de Jerusalén, los escribas de la Ley, los terratenientes de Galilea, los legados de Roma actuaran como quiere Dios.
Para hablar de todo esto, Jesús escogió como símbolo central de todo su mensaje y actuación un término político que no podía suscitar sino expectación y fuerte recelo: ¿Qué estaba sugiriendo Jesús al hablar de «imperio de Dios»? El término «basileia» que emplean invariablemente las fuentes cristianas para traducir «reino de Dios» sólo se empleaba en los años treinta para hablar del «imperio de Roma». Era el César de Roma el que, con sus legiones, establecía la «pax romana» e imponía su justicia al mundo entero, sometiendo a los pueblos a su imperio. Él proporcionaba bienestar y seguridad, exigiendo a cambio de su protección como «benefactor» una implacable tributación a los pueblos subyugados. ¿Qué pretendía ahora Jesús al invitar a todos a «entrar en el Imperio de Dios» que, a diferencia de Tiberio, no quería poder, riqueza y honor, sino justicia y compasión precisamente para los últimos, los más excluidos y humillados. Evidentemente era claro que para «entrar» en el Imperio de Dios había que «salirse» del imperio de Roma. Voy a señalar sólo cuatro puntos básicos de los que se derivan consecuencias diversas:
1. La compasión como principio de actuación
La investigación sobre Jesús llega a una conclusión bastante generalizada. Jesús de Nazaret ha sido un hombre, tal vez el único, que ha vivido y comunicado una experiencia sana de Dios, sin desfigurarla con los miedos, ambiciones y fantasmas que, de ordinario, proyectan las diversas religiones sobre la divinidad.
Jesús no habla nunca de un Dios «indiferente» o lejano, descomprometido de la vida de los humanos o interesado sólo por su honor, su gloria o sus derechos. En el centro de su experiencia no encontramos la imagen de un Dios «legislador» intentando gobernar el mundo por medio de leyes y mandatos, al tiempo que amenaza a sus criaturas con castigos terribles como la expulsión de la comunidad o la prohibición de que el resto de los hermanos le hablen, o trata de seducirlas con premios maravillosos, como la itinerancia o cargos en la comunidad. Tampoco experimenta a Dios como un ser «justiciero» irritado o airado ante nuestros pecados. Para Jesús, Dios es compasión; «entrañas», diría él, «rahamim». Es su imagen preferida. La compasión es el modo de ser de Dios, su primera reacción ante sus hijos e hijas, su principio de actuación. Dios siente hacia sus criaturas lo que una madre siente hacia el hijo que lleva en su vientre. Dios nos lleva en sus entrañas. Las parábolas más bellas y conmovedoras que salieron nunca de labios de Jesús y sin duda las que más trabajó en su corazón fueron las que narró para hacer intuir a todos la increíble misericordia de Dios.
Esta experiencia de un Dios compasivo fue el punto de partida de toda la actuación revolucionaria de Jesús y le condujo a introducir en la historia un nuevo principio de actuación: la compasión. La ordenación religiosa y sociopolítica del pueblo judío arrancaba de una exigencia radical formulada así: «Sed santos porque yo, el Señor, vuestro Dios soy santo». El pueblo debía imitar al Dios Santo del Templo que rechaza a los paganos, los pecadores e impuros,como actualmente está pansado en las comunidades que rechazan a los drogadictos, a los separados, a los homoxesuales, etc., y bendice al pueblo elegido, a los justos, a los puros, a los catecúmenos que cumplen ciegamente lo que dice su catequista. Esta imitación de la santidad de Dios, entendida como separación de lo «no – santo», lo «impuro», lo pecador, generaba una sociedad discriminatoria y excluyente, que es en lo que se están convirtiendo las comunidades.
El pueblo judio busca su propia identidad excluyendo a las naciones paganas e impuras, como están haciendo las comunidades excluyendo a todos los que no opinan como ellos, o son como ellos quieren que sean. Los sacerdotes del Templo gozan de un rango de pureza superior al resto del pueblo, al igual que los itinerantes y altos cargos de las comunidades, que han de tener los mejores lugares en las celebraciones. Los observantes de la Ley disfrutan de la bendición de Dios, como los miembros de las comunidades que cumplen ciegamente lo que dice el catequista de turno, mientras los pecadores (drogadictos, separados, homoxesuales, o cualquier otro que piense diferente a ellos) son objeto de su ira. Los varones pertenecen a un nivel superior de santidad sobre las mujeres sospechosas siempre de impureza por su menstruación y los partos, como cada vez se está haciendo más en las comunidades, . Los sanos están más cerca de Dios que los leprosos, los ciegos o tullidos que son impuros excluidos del acceso al Templo, al igual que los drogadictos, porque contaminan su cuerpo, los separados o divorciados, por malos tratos, porque no son capaces de soportar que sus maridos o mujeres les peguen, los homoxesuales, porque según ellos son una aberración que tiene cura, y todos los demás que los critican o que no piensan como ellos porque lo que hacen es perseguirlos y se hijos del demonio.
Jesús introduce en medio de esta sociedad una alternativa que lo transforma todo: «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo». Es la compasión de Dios y no la santidad el principio o el «ethos» que ha de inspirar la actuación humana. Jesús no niega la santidad de Dios, pero lo que cualifica esa santidad no es la separación de lo impuro, el rechazo de lo no santo. Dios es santo y grande no porque rechaza y excluye a los paganos, pecadores, divorciados, separados, homoxesuales o impuros, sino porque ama sin excluir a nadie de su compasión. Por eso, la compasión no es, para Jesús, una virtud más, sino la única manera de ser como Dios. El único modo de mirar el mundo, de sentir a las personas y de reaccionar ante el ser humano de manera sana, como Dios. Esta compasión no es un mero sentimiento sino un principio de acción que desafía los esquemas de actuación convencionales. Consiste en interiorizar y hacer nuestro el sufrimiento del otro para reaccionar y hacer por él todo lo que podamos. Jesús lo sugirió de manera provocativa en la parábola del buen samaritano. Jesús habla de un hombre asaltado y abandonado medio muerto en la cuneta de un camino solitario, uno que puede ser cualquier miembro de la iglesia y que además es homoxesual en la actualidad. Afortunadamente, por el camino aparecen dos viajeros: un sacerdote y un levita, que podemos decir que eran dos miembros del camino, un itinerante y un responsable de una comunidad. Vienen del templo, después de realizar su servicio cultual, es decir vienen de la iglesia despues de celebrar la eucaristía y de dar un anuncio. El herido los ve llegar esperanzado: son de su propio pueblo, de su parroquia, los conoce los ve por allí, en la sacristía, los ha visto llegar muchas veces antes de la eucaristía los sábados; representan al Dios del Templo; sin duda, tendrán compasión. No es así. Los dos «dieron un rodeo» y pasaron de largo, porque era impuro, era pecador. Por el camino aparece un tercer viajero. No es sacerdote ni levita. Ni siquiera pertenece al pueblo elegido. Es un odiado samaritano, o mejor dicho, es un ex miembro del camino que ha dejado las comunidades al ver con dolor en lo que se están convirtiendo, miembro de un pueblo enemigo. El herido lo ve llegar atemorizado, porque los miembros de su antigua comunidad se han encargado en correr la voz de que es una mala persona, es un pecador que ha sido engañado por el demonio, porque ya no está deacuerdo con lo que dicen los catequistas, porque ese hermano se ha dado cuenta que lo que predican los catequistas va en contra de la Ley de Diós. Se puede esperar lo peor. Sin embargo, el samaritano «tuvo compasión», se acercó al herido e hizo por él todo lo que pudo hasta salvarlo. La sorpresa de los oyentes no podía ser mayor. La parábola rompía todos sus esquemas y clasificaciones entre amigos y enemigos, entre pueblo elegido y gentes extrañas e impuras. ¿Será verdad que la compasión nos puede llegar, no del Templo ni de los canales religiosos oficiales, como los itinerantes o los catequistas, sino de un enemigo proverbial, como un ex miembro del camino? Jesús miraba la vida desde la cuneta, con los ojos de las víctimas necesitadas de ayuda, encarnado en ese pobre chico que le han pegado una paliza un grupo de skin por ser homosexual.
No había dudad, Para Jesús, la mejor metáfora de Dios era la compasión con los heridos. Y la única manera de ser como Dios y actuar de manera humana era actuar como aquel samaritano. La parábola de Jesús introducía un vuelco total.
Los representantes del Templo, es decir los itinerantes y catequistas, pasan de largo junto al herido, porque no lo consideran puro, sino impuro y pecador indigno de su atención. El odiado enemigo es el salvador. Con la compasión caen las barreras. Hasta un enemigo tradicional, renegado por todos, puede ser canal de la compasión de Dios. ¿Habrá que olvidar prejuicios y enemistades seculares, los odios y sectarismos, que se se hacen en el camino ? ¿Habrá que reordenarlo todo desde la compasión, ? ¿Habrá que revisar el Camino neocatecumenal y buscar donde se han alejado de Dios ?
Una última parábola en la que no es fácil llegar hasta el relato original de Jesús, nos permite captar la revolución que introduce en la historia. La parábola es en realidad una descripción grandiosa del juicio de todas las naciones. Allí están gentes de todas las razas y pueblos, de todas las culturas y religiones, pecadores y santos, generaciones de todos los tiempos. Se va a escuchar el veredicto final que lo esclarecerá todo. Dos grupos van emergiendo de aquella muchedumbre. Unos son llamados a recibir la bendición de Dios para heredar su reino; a otros se les invita a apartarse. Cada grupo se dirige hacia el lugar que ellos mismos han escogido. Unos han reaccionado con compasión ante los necesitados; los otros han vivido indiferentes a su sufrimiento. Lo que va a decidir su suerte no es su religión ni su piedad, ni las veces que han ido a misa, ni las horas que han estado sentados rezando o escuchando los interminables discursos del camino. No han actuado por motivos religiosos. Sencillamente, unos han vivido movidos por la compasión, otros no, unos no han hecho caso a las doctrinas sectarias y discriminatorias que se están haciendo actualmente en el camino, y otros si. En la parábola se habla de seis situaciones de necesidades básicas. No son casos irreales, sino situaciones que se conocen en todos los pueblos de todos los tiempos. En todas partes hay hambrientos y sedientos; hay inmigrantes y desnudos; enfermos y encarcelados; homosexuales y drogadictos; Separados y no miembros del Camino Neocatecumenal. No se habla de grandes palabras como «justicia» o «solidaridad», sino de comida, de ropa, de algo de beber, de un techo para resguardarse, de un saludo por la mañana, de un simple hola como estás . No se habla tampoco de «amor» sino de cosa tan concretas como «dar», «acoger», «visitar», «acudir». Lo decisivo no es la teoría, sino la compasión que lleva a ayudar al otro cuando está necesitado. El verdadero progreso, la salvación de la humanidad está en atender a los desgraciados del mundo. Su perdición, por el contrario, en la indiferencia ante el sufrimiento. El mensaje proclamado y vivido por Jesús hasta el final fue este: «Sed compasivos como vuestro Padre del cielo». Esta es la primera parte, en los próximos días seguiremos con esta maravilla.
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