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martes, 10 de febrero de 2009

Los ojos hacen algo mas que ver -- Isaac Asimov

Los ojos hacen algo mas que ver
Isaac Asimov



Después de cientos de billones de años, pensó de súbito de sí mismo como Ames.
No la combinación de ondas que a través de todo el universo era ahora el
equivalente de Ames, sino el sonido en sí propio. Una clara memoria trajo las
ondas sonoras que él no oyó ni pudo oír.
El nuevo proyecto había estado aguzando su memoria más allá de los más viejos
eones. Allanó el vórtice energético que recubría la suma de su individualidad y las
líneas de fuerza se extendieron más allá de las estrellas.
La señal de respuesta de Brock vino.
Con seguridad, pensó Ames, él podía hablar con Brock. Con seguridad podía él
hablar con cualquiera.
Los modelos de energía enviados por Brock, comunicaron:
-¿Te acercas, Ames?
-Naturalmente.
-¿Tomarías parte en la contienda?
-¡Sí! -Las líneas de fuerza de Ames se movieron irregularmente-. He pensado en
una forma artística completamente nueva. Algo realmente insólito.
-¡Qué derroche de esfuerzo! ¿Cómo puedes creer que una nueva variante pueda
ser concebida tras doscientos billones de años? Nada puede haber que sea
nuevo.
Por un momento Brock quedó fuera de fase y comu nícación, y Ames se apresuró
en ajustar sus líneas de fuerza. Captó la dirección de los pensamientos de otros
emanadores mientras lo hacía; captó la poderosa visión de la anchurosa galaxia
contra el terciopelo de la nada, y las líneas de fuerza pulsada sin fin por
multitudinaria vida energética y discurriendo entre las galaxias.
-Por favor, Brock -dijo Ames-, absorbe mis pensamientos. No los evites. He estado
pensando en manipular la Materia. ¡Imagínate! Una sinfonía de Materia. ¿Por qué
molestarse con Energía? Claro que nada hay de nuevo en la Energía. ¿Cómo
podía ser de otro modo? ¿No nos enseña esto que debemos planificar la Materia?
¡La Materia!
Ames interpretó las vibraciones energéticas de Brock como un tinte de disgusto.
-¿Por qué no? -dijo-. Nosotros mismos fuimos Materia en otro tiempo, mucho
tiempo~.. ¡Oh, quizás un trillón de años atrás! ¿Por qué no erigir objetos en un
medio Material, o con formas abstractas, o... escucha, Brock... ¿por qué no
construir una imitación nuestra en Materia, una Materia a nuestra imagen y
semejanza, tal + como solíamos ser?
-No recuerdo cómo fuimos -dijo Brock-. Nadie lo recuérda.
-Yo lo recuerdo -dijo Ames con ímpetu-. No he pensado sino en eso y estoy
comenzando a recordar. Brock, déjame que te lo muestre. Dime si obro bien.
Dímelo.
-No. Es ridículo. Es... repulsivo.
-Déjame intentarlo, Brock. Hemos sido amigos; desde los comienzos pulsamos
juntos nuestra energía, desde el momento en que llegamos a ser lo que ahora
somos. ¡Por favor, Brock!
-De acuerdo, pero rápido.
Ames no había sentido tal temblor a lo largo de sus líneas de fuerza desde...
¿desde cuándo? Si lo intentaba ahora para Brock y obtenía fruto, se atrevería a
manipular la Materia en presencia de la reunión de seres Energéticos que durante
tanto tiempo esperaban algo nuevo.
La Materia permanecía raía entre las galaxias, pero Ames la reuniría, la
conjuntaría más allá de los años-luz, escogiendo los átomos, dotándola de
consistencia y conformándola en sentido ovoide.
-¿No lo recuerdas, Brock? -preguntó suavemente-. ¿No era algo parecido?
El vórtice de Brock tembló al entrar en fase.
-No me obligues a recordar. No recuerdo nada.
-Había una cúspide y ellos la llamaban cabeza. Lo recuerdo tan claramente como
te lo digo ahora. -Esperé y luego continuó-: Mira, ¿recuerdas eso?
Sobre la cima del ovoide apareció la CABEZA.
-¿Qué es? -preguntó Brock.
-La palabra que designa la cabeza. Los símbolos que significan la palabra sonora.
Dime qué recuerdas, Brock.
-Hay algo más -dijo Brock con dudas-, algo en medio. -Una forma abultada surgió.
-¡Sí! -dijo Ames-. ¡Es la nariz!- Y la palabra NARIZ apareció en su lugar-. Y
también había ojos en otra parte. ~OJO IZQUIERDO... OJO DERECHO.
Ames contempló lo que había conformado, sus lineas de fuerza pulsando
lentamente. ¿Estaba seguro de que era así?
-Boca -dijo luego-, y mandíbula, y nuez de Adán, y clavículas. ¿Cómo si no
podrían venir las palabras hasta ma'? -Y todo esto apareció en la forma ovoide.
-No había pensado en estas cosas desde hace cientas de billones de años -dijo
Brock-. ¿Por qué haces qus las recuerde? ¿Por qué?
Ames permanecía sumido momentáneamente en sus pensamientos.
-Algo más. Órganos para oír. Algo para recoger los sonidos. ¡Oídos! ¿Dónde
estaban? ¡No puedo recordar dónde estaban!
-iDéjalo estar! gritó Brock-. iOlvfdate de los oidosl y todo lo demas! iNo recuerdes!
¿Qué hay de malo en recordar? -dijo Ames. desconcertado.
-El exterior no era rugoso y frio como eso, sino calido y suave. las ojos respiraban
ternura y estaban vivos y los labios de la boca temblaban y eran blandos sobre los
mios. -'LaS lineas de fuerza de Brock golpeaban y se agitaban, golpeaban y se
agitaban.
¡la lamento! -dijo Ames. ¡la lamento!
-Me has recordado que en otro tiempo fui mujer y supe amar; esos ojos hacian
algo mas que mirar y no habia nadie que lo hiciera por mi..
Con violencia, ella añadió una porción de materia a la rugosa y áspera cabeza y
dijo:
-Ahora, déjalos que lo hagan -y desapareció.
Y Ames vio y recordó que en otro tiempo, tambien, fue un hombre. La fuerza de su
vortice partió la cabeza en dos y se lanzó a través de las galaxias siguiendo
huellas de la energia de Brock,, de vuelta a la infinita amenza de la vida.
Y los ojos de la hendida cabeza de Materia todavía centelleaban con lo que Brock
habia colocado allí en representación de las lagrimas.La cabeza de Materia hizo lo
que los seres de energia ya no podian hacer y lloraron por toda la humanidad y
por la fragil belleza de los cuerpos que otrora fueron, un trillón de años atrás.

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